martes, 16 de junio de 2009

Soberanía Alimentaria en Época de Lluvias


En tiempos normales,  durante el mes de junio Chiapas se encuentra en el medio de la estación de lluvias y con ella todo aparece más verde y agradable a la vista. Sin embargo, el  paisaje suavizado por el follaje de los árboles y los campos de maíz  en crecimiento  ocultan una realidad incontrovertible: El inicio de la estación de lluvias encierra grandes peligros para la salud, especialmente para la de los niños y niñas.

Las primeras lluvias que tanto nos alegran por aplacar el calor y el  polvo tras un  largo, también tienen otro efecto: Lavan las calles, los terrenos y se llevan toda la suciedad; la arrastran hacia los arroyos y los ríos. Se desborda por los bordes y contamina los pozos. Es un periodo durante el cual las infecciones gastrointestinales aumentan por la contaminación del agua. 

Durante este tiempo, el maíz que había sido almacenado de la cosecha anterior ya se ha terminado y es necesario comprar lo que falta para preparar los alimentos. Sin embargo, es el aumento de la demanda de maíz, frijol y otros alimentos se incrementa.  El dinero circulante también se reduce; aún no hay cosecha para vender, el trabajo también escasea:  muchas obras de construcción que en los meses anteriores se apresuraban a terminar antes de las lluvias, están ahora paradas; tampoco se contrata para el trabajo en el campo.

Mas infecciones intestinales, menos alimentos, precios elevados y menos dinero es la combinación más peligrosa del año para la nutrición de la los más vulnerables.  Varias publicaciones muestran como la desnutrición aguda, medida con el indicador de bajo peso para la talla, prácticamente se duplica durante esta época del año.

Por esta razón, las acciones de vigilancia del estado de nutrición de los niños cobran una importancia singular durante los meses de lluvia. Durante estos meses, pesar y revisar a los niños es  aún más importante que en el resto de los meses del año, es la época en la que muchos niños pueden desnutrirse más rápidamente e incluso morir.

En localidades apartadas, sobretodo el las que aún no cuentan con camino adecuado,  el lodo dificulta la disponibilidad de alimentos producidos en otros lugares y la llegada a los servicios de salud  cuando se presenta alguna enfermedad.

Algunos programas asistenciales se suspenden durante esta época debido a las vacaciones escolares, lo que hace que en el momento en el que estos programas deberían tener un mayor impacto, éstos están ausentes.

En esta época del año de grandes riegos, lo que una familia tiene plantado en su traspatio puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad.

Tener plantas o criar animales en el traspatio especialmente para la época más difícil del años una estrategia de seguridad alimentaria basada en los recursos propios.  Con ello, se gana en salud, pero también en autonomía.

Las acciones más importantes para proteger a los niños y niñas durante la época de lluvias:

A nivel familiar:

                        Hervir o clorar toda el agua que se toma o la que se utiliza para preparar los alimentos

                        Los niños y niñas más pequeñas más protegidos son los que reciben sólo leche materna.

                        Cultivar alimentos que puedan cosecharse en esta época, tales como camotes, de plantas comestibles que reverdecen rápido al empezar las lluvias, tales como el chipilín, la chaya, etc. 

                        Aprovechar las lluvias para sembrar más  en los huertos familiares.

A nivel de los trabajadores de salud :

                        Intensificar la vigilancia nutricional. Revisar más frecuentemente a los niños de mayor riesgo

                        Vigilar la cloración del agua a nivel comunitarios

                        Intensificar la educación sobre la desinfección del   agua

                        Promover intensivamente la lactancia materna

                        Promover la utilización de los productos del traspatio para la alimentación de los y hacer demostraciones sobre su preparación.

            Otro peligro importante en esta época del año es la del uso de los herbicidas y otros plaguicidas. Estos productos tóxicos se riegan en esta época en grandes cantidades y al caer la lluvia son lavados y arrastrados a los mantos de agua. El inicio de la lluvia es también la época de las intoxicaciones .  Algunos de estos envenenamientos ocurren como accidentes de trabajo o por accidentes. Sin embargo, el daño que producen cuando llegan al agua y los alimentos es más difícil de  ver y sentir, pero con el tiempo producen graves problemas de salud, entre los que se encuentran varios tipos de cáncer y las malformaciones  congénitas. Aunque todos están expuestos al envenenamiento por estos productos es importante:

                        No utilizarlos o usarlos en muy pocas cantidades

                        Usar guantes y mascarilla al aplicarlos

                        Nunca guardarlos en recipientes de refresco o de otro tipo de bebida

                        Nunca guardarlos cerca de los alimentos ni en donde puedan alcanzarlos los niños y las niñas.

                        Nunca rociarlos donde hay agua almacenada o alimentos

                        Saber qué hacer o a quién recurrir en caso de intoxicación aguda.

                        Nunca deben aplicarse en presencia de mujeres embarazadas o de menores .

El paisaje verde es un signo de vida, pero tenemos que recordar que precisamente para cuidar la vida, es importante saber los peligros que se presentan en esta época y saber como evitarlos.

Seguridad alimentaria no solamente es tener qué comer, sino que lo que comemos no presenta riesgos para nuestra salud.

Marcos Arana-Cedeño

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