lunes, 15 de junio de 2009

Influencia de los Cambios en el el Estilo de Vida en el Desarrollo de la Obesidad. El Ejemplo de los Indios PIMAS y Otros.

Introducción

La influencia de la migración y de los cambios en el estilo de vida aumentó la diabetes en grupos étnicos indígenas americanos que son vulnerables a estas enfermedades por su origen paleo-indio.

En estas migraciones se alternaban etapas de abundancia de alimentos con periodos de carencia. El <>, propuesto por Neel, pudo haberles permitido sobrevivir durante estos periodos de alternancia entre abundancia y carencia de comida; sin embargo, la presencia de este mismo <> se pudo haber convertido en una desventaja cuando estas poblaciones se expusieron a la abundancia de comida y a la vida sedentaria, dando como consecuencia la obesidad y la diabetes mellitus no dependiente de la insulina (diabetes tipo 2).

Existen estudios epidemiológicos que demuestran diferencias raciales en la prevalencia de obesidad y de diabetes entre los factores genéticos y ambientales.

En todos los estudios de poblaciones migratorias se demuestra que los grupos humanos que son sometidos a cambios en el estilo de vida, con transición de un ambiente tradicional a uno moderno, experimentan un franco aumento en la frecuencia de obesidad y de diabetes.

Interacción entre genética y ambiente

El ejemplo de los indios Pima

Los Pimas de Arizona presentan la mayor frecuencia de obesidad reportada en el mundo, así como también de diabetes. El aumento en la prevalencia de obesidad ha ocurrido en forma paralela a los cambios en la dieta y en la actividad física o gasto de energía, lo que sugiere que en presencia de una particular susceptibilidad genética.

Los Pimas de Maycoba llaman la atención, ya que el consumo de fibra es de más de 50 gramos diaros y su dieta está compuesta por un 13% de proteínas, un 23% de grasas y un 63% de hidratos de carbono.

El ejemplo de los indios Mixtecos y Tarahumaras

Por su origen étnico, la población Mixteca está predispuesta genéticamente a padecer diabetes mellitus no dependiente de insulina; sin embargo las costumbres ancestrales que se viven todavía les otorga un efecto protector, especialmente a los hombres, no así en las mujeres.

La alta prevalencia de intolerancia a la glucosa en este grupo de aborígenes Mixtecos es un reflejo de su predisposición genética y paleo-india a la diabetes; sin embargo, el que todavía no se haya modificado sustancialmente el modelo de vida y el hecho de que mantengan una actividad física adecuada, especialmente los hombres, contribuyó a que el peso corporal estuviera dentro de límites normales y a la ausencia de diabetes.

Dado que la dieta de los Tarahumaras es extremadamente baja en grasa y colesterol, la enfermedad cardiaca coronaria no existe o es muy rara.

El estudio llevado a cabo en un grupo paleo-indio Tarahumara demuestra dos acciones o efectos de interés en lo que a alteraciones en la salud se refiere: el primero es que, si se cambia el modelo de vida, alteramos la dieta tradicional que se ha conservado por cientos o miles de años, lo que produce un efecto devastador y a muy corto plazo causado por la comida moderna al introducir factores de riesgo coronario de sufrir un deterioro y la aparición de enfermedades crónico-degenerativas y seguramente algunos tipos de cáncer; el segundo es que conociendo las virtudes y características de salud de estos indios Tarahumaras que viven en su entorno natural sin cambios en el estilo de vida, se permita mantener las condiciones ambientales tan excepcionales que previenen frente a la aparición de hipertensión arterial y muchas otras enfermedades.

El estudio de San Antonio

En esta población existe una alta frecuencia de obesidad severa producida por este cambio que los ha llevado a consumir mayores cantidades de grasa y de hidratos de carbono refinados y escasa cantidad de fibra, así como una del gasto energético y de la actividad física.

Consideraciones finales

Tenemos también la evidencia de que una vez que se ha producido el efecto negativo de este cambio en el estilo de vida, se pueden implementar medidas que permitan revertir estos efectos negativos, con mejoría sustancial en las condiciones de salud, y basándonos en esto aplicar la <> para saber cómo, cuándo y a quién debemos proteger de esto que se llama <> y poner en práctica algo tan fundamental como es la educación y la difusión e implementación de medidas preventivas en la población general.

Jorge González Barranco. Médico Endocrinólogo. Jefe de la Unidad de Obesidad. Hospital Infantil de México Federico Gómez. México DF (México)

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