miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cambios Alimentarios

... Enseguida apareció la Revolución verde cuando hubo un auge en la productividad agrícola en el mundo en desarrollo, evidentemente ocasionada por la demanda. La producción de los principales cultivos se duplicó. Se utilizó la ciencia moderna para encontrar formas de producir más alimentos. También hubo grandes innovaciones en la agroquímica, para producir nuevos plaguicidas y fertilizantes. Con esto se perdió una gran parte de la biodiversidad agrícola tradicional. Ocasionándose un grave deterioro del medio ambiente.

A pesar de que aumentó la productividad agrícola, sigue habiendo hambre. En pleno siglo XXI nos toca constatar que el hambre afecta a más de mil millones de personas, así lo afirma Oliver de Schutter, relator especial en derecho a la alimentación de la ONU. El hambre y la desnutrición están empeorando debido a la crisis económica y alimentaria. Ya que en los mercados locales los precios son todavía muy altos para que los hogares pobres vivan decentemente.

Aunado a esto ha emergido un nuevo mecanismo que consiste en generar un creciente consumo de alimentos industrializados de alta densidad calórica con base en azúcar, harinas refinadas, grasas y productos de origen animal, debido a los sistemas alimentarios dominantes realizados por las diferentes industrias alimentarias mediante una mayor disponibilidad, oferta, promoción y bajo costo de los mismos, siendo los principales promotores de patrones alimentarios obesigénicos, esto se traduce en una epidemia de sobre peso y obesidad, ocasionan un gravísimo problema de salud pública por los padecimientos asociados a estos.

Algunos autores mencionan que este problema se empezó a generar al término de la Segunda Guerra Mundial. Propiciándose una dependemos del mundo de la tecnología el cual nos ha llevado a tener una vida sedentaria. También dependemos de la industria alimentaria la cual en los últimos tiempos tiene mayor importancia que la agricultura (siembra), la modernización de esta se subordinó progresivamente a un modelo agroexportador basado en cultivos rentables y en la importación de alimentos, lo que con el tiempo generó simultáneamente una disponibilidad muy alta de energía alimentaria (hasta alzancar 3200 kcals. per cápita desde 1989). Pero resulta que este fallido concepto de desarrollo alimentario nos ha traído repercusiones muy drásticas, que ahora son muy difíciles de frenar.

Es importante recalcar la Hipótesis de Barker, la cual define lo siguiente: los niños que sufrieron desnutrición durante el periodo fetal y los primeros años de vida, tienen entre dos a cinco veces más riesgo de presentar obesidad de adultos y también los padecimientos asociados a ella, cuando acceden a una alimentación abundante. 

Es muy notorio que las mujeres que antes preparaban alimentos frescos, hoy acuden a las tiendas para adquirir fast-food (sopas instantáneas, pastelillos, galletitas, frituras, refrescos embotellados) los cuales afectan gravemente la salud.

El origen de esta epidemia en gran medida se debe a un cambio profundo en los hábitos alimentarios y de la dieta tradicional.

En el siguiente cuadro se muestra este cambio.

 

PERIODO

CONSUMO

AUMENTO

En un periodo de 14 años

El consumo de refresco

Aumentó 40% en la población en general y 60% entre los más pobres.

En el mismo lapso

Cayó el consumo de frutas y verduras

En un 30%.

 

El consumo del frijol

Ha caído en más de 50%.

En estos tiempos

El consumo de harinas refinadas

Ha crecido brutalmente.

Se ha sustituido

El consumo de avena por

Cereales procesados de caja, elaborados con harinas refinadas y azúcar.

Se ha cambiado

La harina integral de maíz para elaborar atole y otro alimentos

Por la bolsita de sabor, elaborada con harinas refinadas y azúcar.

Se estima que unos dos mil millones de personas en todo el mundo sufren carencia de micronutrientes, sobre todo de vitamina A, yodo, folato, hierro y zinc. Todos estos micronutrientes pueden ser fácilmente asimilados mediante una dieta diversificada y equilibrada.

Tanto la desnutrición como la obesidad están teniendo graves consecuencias sobre el bienestar de la población y la economía nacional. Los daños a la salud y al desarrollo de las capacidades de la población que son ocasionados por estos padecimientos, imponen serias limitaciones a la viabilidad social y económica de una nación.

Los países y en especial México, necesitan realizar grandes cambios y nuevas propuestas sustentables en sus políticas públicas agrícolas, alimentarias y de salud, para prevenir y atender esta problemática, sobre todo regular la industria productora de alimentos chatarra con el fin de evitar prácticas comerciales y publicitarias dañinas. Ya que este problema está presente en todas las clases sociales.

También es importante exigir la regulación de las escuelas, ya que el Instituto Nacional de Salud Pública considera que tienen un ambiente obesigénico, es decir, son fábricas de obesos. Cabe mencionar que ocupamos primer lugar en obesidad infantil en América Latina.  Desafortunadamente las instancias encargadas de esta regulación optan por privilegiar la presencia de comida chatarra y refrescos embotellados en las mismas.

Me atrevo a mencionar que se está violentando nuestro derecho a la alimentación, a la salud y por supuesto nuestra “seguridad alimentaria” está en riesgo.

L.N. EGFM

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